Las pérdidas de campo visual en el paciente con glaucoma por lo general ocurren en la llamada área de Bjerrum, la cual sigue un patrón arqueado partir del punto ciego por arriba y debajo de la mácula terminando en el rafe temporal. Los cambios glaucomatosos tempranos pueden manifestarse como escotomas relativos localizados predominantemente en el meridiano nasal y solo un pequeño porcentaje de defectos ocurren en el campo visual fuera de los 30º centrales, por lo que las pruebas de detección y seguimiento del daño por glaucoma generalmente son realizadas en los 30 grados centrales con 76 puntos de evaluación (protocolo 30/2) y los 24 grados centrales con 54 puntos de prueba (protocolo 24/2). Aún en presencia de daño neurológico, la mayoría de la información diagnóstica se presenta entre los 30 y 24 grados centrales y las alteraciones suelen ser hemianopsicas, es decir, suelen afectar la mitad derecha o izquierda del campo visual y a respetar el meridiano vertical (cuadrantanopsias). En aquellos casos en los que existe daño glaucomatoso avanzado y permanecen tan solo islas centrales de visión, o bien, cuando se pretende evaluar la presencia de daño macular en degeneración macular relacionada a la edad, sospecha de neuritis óptica en pacientes con relativa buena visión y en pacientes bajo tratamiento prolongado con cloroquina o hidroxicloroquina, es recomendable cambiar al patrón de evaluación 10/2, el cual provee de una imagen detallada del campo visual central dentro de los 10º de fijación y  centrales.